El enfrentamiento entre Musk y Open Society y el final del antiguo modelo migratorio: por qué necesitamos un nuevo paradigma

El enfrentamiento entre Musk y Open Society y el final del antiguo modelo migratorio: por qué necesitamos un nuevo paradigma

En estos días hemos asistido a otro enfrentamiento mediático en torno al tema de la migración. Esta vez los protagonistas son Elon Musk y las Open Society Foundations, con declaraciones duras, reacciones inmediatas y una avalancha de comentarios en las redes sociales. Pero lo verdaderamente importante no es la polémica en sí. Lo que realmente importa es lo que este choque revela, casi sin quererlo, sobre el estado del debate público y sobre la necesidad de abandonar definitivamente los modelos que hemos heredado en las últimas tres décadas.

Quiero dejarlo claro desde el principio: no tiene sentido transformar un desacuerdo entre un empresario global y una fundación internacional en una pelea entre bandos. Tampoco tiene sentido atacar a las fundaciones que han apoyado cierto enfoque migratorio. Y no es más útil presentar a Musk como si él, por sí solo, representara la solución a los problemas que hoy vemos en Europa y en el resto de Occidente. La cuestión real es que el paradigma que ha guiado las políticas migratorias en las últimas décadas ha llegado a su límite estructural. Es un modelo basado en la idea de que la movilidad es siempre positiva, de que la integración ocurre automáticamente y de que la sociedad puede absorber un cambio cultural rápido sin un plan, sin un método y, sobre todo, sin comprobar si el proceso realmente funciona.

La realidad actual es muy distinta. Tenemos barrios donde la distancia cultural se ha convertido en una barrera visible, sistemas escolares que luchan por garantizar un camino educativo uniforme, cárceles saturadas en muchas ciudades europeas donde la población extranjera supera la mitad de los internos, procedimientos de repatriación que siguen siendo prácticamente ineficaces y un tejido social que ya no soporta modelos de integración espontánea. Nada de esto es culpa de un solo actor, una sola fundación o un solo gobierno. Es el resultado colectivo de un paradigma construido más sobre la esperanza que sobre la responsabilidad, más sobre la ideología de la acogida ilimitada que sobre la construcción de un verdadero camino de inserción.

Aquí es donde surge el paradigma que presentamos en este podcast: integración o ReInmigración. Una visión que rechaza los extremos y recupera el principio fundamental de la responsabilidad personal e institucional. La integración no es un proceso espontáneo ni un derecho automático; es un compromiso recíproco. Quien llega a un país tiene el deber de respetar sus normas, aprender su idioma, contribuir a la vida cívica y reconocer los valores sobre los que se construye esa comunidad política. El Estado, a su vez, tiene el deber de verificar que este proceso ocurra realmente y de intervenir cuando no sucede. No con medidas punitivas, sino con vías de retorno serias, ordenadas y dignas hacia el país de origen.

Este nuevo paradigma no nace contra nadie. Nace contra el fracaso de las ideas que nos han guiado hasta ahora. Nace contra la superficialidad con la que hemos abordado un fenómeno demasiado grande para manejarlo con reacciones emocionales o con eslóganes tranquilizadores. Nace contra la retirada institucional que permitió que el sistema migratorio derivara hacia la ineficacia y la tensión social. Y, sobre todo, nace para construir un nuevo equilibrio basado en una integración real y medible, no en declaraciones simbólicas.

El enfrentamiento entre Musk y Open Society nos deja, en el fondo, una lección sencilla. La cuestión no es elegir entre actores privados que discuten entre sí. La verdadera elección es si queremos seguir repitiendo los errores del pasado o construir un nuevo paradigma basado en la responsabilidad, en la capacidad del Estado para gobernar los flujos y en la necesidad de proteger la cohesión social y la seguridad pública. Este mensaje no está dirigido a un solo país; concierne a todo Occidente. Concierne a Europa, a los Estados Unidos y a cualquier nación que se enfrenta al mismo problema fundamental: cómo mantener una sociedad abierta sin sacrificar la estabilidad, la legalidad y la identidad democrática.

Aquí es donde debemos empezar. Con lucidez, con rigor y sin miedo a reconocer que una época ha terminado y que otra está comenzando.
Soy el abogado Fabio Loscerbo y te invito a profundizar en estos temas en www.reimmigrazione.com.
Nos escuchamos en el próximo episodio de “Integración o ReInmigración”.

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